No me pregunten de boca de quién escuché semejante barbaridad, pero de pequeña alguien me dijo que los labios rojos eran para prostitutas.

Por alguna razón, esas palabras se grabaron en mi mente, hasta que hace unos días (estando en mi oficina, luciendo mis bembas colorás) pensé: «¿Tendrá ese comentario un trasfondo histórico?» Y la respuesta es: Sí. Entremos en detalles, y viajemos en el tiempo.

Cinco mil años antes de Cristo, las mujeres de Mesopotamia comenzaron a triturar piedras preciosas para adornar sus labios de rojo (hablemos de labios de lujo).

Tres mil años antes de Cristo, las mujeres egipcias, queriendo lucir unos labios bien pigmentados, crearon lo que se llamó «el beso de la muerte», pues el color rojo lo adquirían del yodo y el bromo (ambos con sustancias tóxicas), combinación que no solo las mataba a ella, sino a quienes le besaran.

Incluso Cleopatra (más o menos 50 años antes de Cristo), a quien aún recordamos precisamante por su famosa belleza, llegó a triturar hormigas y escarabajos para lograr en sus labios el pigmento rojo más potente y llamativo posible.

Cleopatra / Imagen de EcuRed

Pero, este deseo por mostrar labios saludables y sonrojados fue transformándose en la Edad Media (entre los años 476 y 1492). Ya, para ese entonces, el color de la sangre en los labios comenzó a verse con malos ojos, y fue asociado con la lujuria, lo carnal y la prostitución. Tengamos en cuenta que la Iglesia Católica, para esta época, no solo tenía poder absoluto, sino que era BASTANTE extremista.

Este fue un largo periodo en el que llevar labios rojos se consideraba un reto al poder y la creación de Dios, un pecado que hasta se ligaba a la magia negra. Si eras una mujer «decente y refinada», debías mostrar los labios de un color suave y natural.

O sea, el que al sol de hoy piense que los labios rojos son de prostitutas está sobre 500 años atrasado, pues esa mentalidad cambió a lo largo de los años.

De hecho, comenzó a cambiar en Inglaterra, donde hubo una reina entre el 1558 y 1603 que, al día de hoy, es reconocida por la atención que trajo a los cosméticos y maquillaje: la Reina Isabel I. Como imaginarán, ser reina (mujer) en esa época no era tarea fácil, y ella quería lucir siempre fuerte, bella y capaz. Fue así como le devolvió a los labios rojos un sitial en el mundo de la moda, pero en esta ocasión, solo para las clases altas.

Reina Isabel I / Imagen de: Greelane

La Reina Isabel I también combinaba cosas raras para verse bonita. En su caso, mezclaba plomo, vinagre y clara de huevo para que su rostro luciera pálido y sus labios resaltaban aún más. Se cree que estas mezclas terminaron matando a la reina, lo que hizo que el tinte de labios rojo (y los cosméticos en general) recobraran la mala reputación que tuvieron años antes.

Tan es así que, para los 1700, hasta se llegó a plantear la idea de que el parlamento británico lo prohibiera oficialmente. El argumento era que las mujeres que se maquillaban estaban, no solo intentando cambiar la creación de Dios, sino que engañaban a los hombres, quienes no descubrían la «verdadera identidad» de la dama hasta que se casaban.

Y sí… volvió el labial rojo a ser solo para prostitutas.

Ya para finales de los 1800 y principios de los 1900, actrices e importantes estrellas de la moda retomaron el labial rojo como parte de su atuendo, hasta lograr la popularidad que tiene hoy. Marilyn Monroe es, probablemente, la figura más icónica ligada a esta tendencia.

Marilyn Monroe / Imagen de Fotogramas

Muchas más controversias rodearon a la simpleza y poder de un labial rojo, por lo que no fue hasta mediados del siglo pasado que terminó de normalizarse como un producto típico del maquillaje femenino.

Dicho todo esto, me queda la duda: ¿por qué eran los hombres quienes opinaban sobre las modas de las mujeres y lo que podían o no vestir y usar para ser «decentes y recatadas»? Quizás los labios rojos ya no sean cuestionados, pero esa es un pregunta que, al día de hoy, sigue vigente.

Mientras tanto, reinas, prostitutas, actrices y simples Vidas Comunes: ¡A disfrutar de unos buenos labios rojos! 💋